En una época en la que la sostenibilidad y el ahorro son aspectos cada vez más importantes, el reacondicionamiento de los muebles resulta ser una solución interesante para las empresas y los profesionales que cuidan el medio ambiente y el presupuesto.
La compra de objetos de segunda mano se está volviendo tan actual y «cool» que el adjetivo USADO, que en el pasado a veces tenía una connotación negativa, ha sido reemplazado por anglicismos como “SECOND-LIFE” o “PRE-LOVED”.
Incluso a nivel de las administraciones públicas en Europa, el GPP (y en Italia los CAM, Criterios Ambientales Mínimos) identifica en el reacondicionamiento de los muebles una de las prácticas más virtuosas de la economía circular y de sostenibilidad ambiental.
En este post hablaremos del reacondicionamiento de los muebles, centrándonos en particular en las sillas de oficina y delineando un perfil de la silla de oficina reacondicionable.
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El perfil de una silla de oficina reacondicionable
Gracias al reacondicionamiento, se prolonga el ciclo de vida de los productos, reduciendo, por un lado, la necesidad de nuevos materiales y, por otro, «aligerando» los vertederos, evitando llenarlos de productos aún aptos para su uso; sin embargo, no todos los productos son adecuados para el reacondicionamiento.
Identificamos con algunos puntos el perfil de la silla de oficina reacondicionable:
1. Calidad
En primer lugar, la silla debe ser duradera, diseñada para durar el mayor tiempo posible. Este aspecto descarta gran parte de los productos «de bajo costo» porque el precio ya no puede ser el criterio principal de elección.
2. Garantías y Certificaciones
La silla debe estar acompañada de garantías y certificaciones que certifiquen el cumplimiento de los estándares de seguridad y calidad.
3. Modularidad
La silla debe haber sido diseñada para facilitar el reacondicionamiento, con componentes fácilmente sustituibles. Sillas con partes estandarizadas y accesibles facilitan las reparaciones y el mantenimiento.
4. Disponibilidad de repuestos
Tener partes estándar y componentes disponibles en los años venideros es esencial para poder reacondicionar la silla. Atención a los productos demasiado sofisticados o que se desvían mucho de las normas.
5. Materiales
La silla debe ser preferiblemente fabricada con materiales sostenibles y reciclables, que puedan ser eliminados sin comprometer el rendimiento ambiental del producto.
La modularidad, durabilidad y disponibilidad de repuestos son requisitos fundamentales que en SbS, como productores de componentes para sillas, podemos ofrecer a los fabricantes de asientos gracias a nuestro innovador servicio KitFit.
Sin embargo, hay otros 3 puntos a tener en cuenta; más que en el perfil de la silla reacondicionable, estos 3 aspectos adicionales son recomendaciones a seguir para «facilitar» el reacondicionamiento. Veámoslos:
Mantenimiento
Implementar programas de mantenimiento regular para las sillas de oficina, que pueden prevenir daños y reducir la necesidad de reemplazos frecuentes. En particular, el mantenimiento preventivo puede incluir la lubricación de las partes móviles, la verificación de la estabilidad y la limpieza a fondo de los materiales.
Formación
Formar y sensibilizar al personal que utiliza el producto sobre la importancia del cuidado y el mantenimiento de las sillas, promoviendo prácticas que extiendan su duración.
Acuerdos de Reacondicionamiento
Si el producto es reacondicionable, se pueden hacer acuerdos con empresas especializadas en el reacondicionamiento de muebles, que pueden reparar y renovar las sillas existentes. Estos servicios pueden incluir la sustitución de tejidos, la reparación de componentes mecánicos y la actualización de partes desgastadas.
En definitiva, siguiendo estas sencillas instrucciones, es posible adquirir una silla de oficina destinada a durar mucho tiempo y a ser fácilmente reacondicionada, lo que permite un ahorro para el usuario final y para el medio ambiente que nos rodea.
